Sonó demasiado seria esa palabra. jeje
En el podcast te hablé más de la responsabilidad,
pero eso de sentirnos dignos también está atado al valor que nos asignamos cuando nos comportamos de X o Y manera.
En verdad no era de la dignidad exactamente, sino de todo lo que hacemos para sentirnos dignos.
¿Dignos de qué? ¿Qué definimos como dignos?
Normalmente nos sentimos “dignos” cuando logramos
ciertos “milestones”.
Medimos nuestro valor con respecto a nuestras acciones…
Nos asignamos valor en ciertos momentos, nos damos ciertos permisos con respecto a nuestras acciones…
Esperamos por lo que queremos hasta que “seamos dignos de recibirlas” por haber hecho otra
cosa.
No es nuestra culpa, se nos crió así, literalmente.
No solo en nuestro hogar, en la sociedad también.
Pasamos el día esperando a “ganarnos” el postre en la cena.
O “ganarnos” la salida al sitio que queríamos hace meses porque tuvimos un desempeño particular en la escuela.
Todo lo que disfrutamos en cierta manera ha estado condicionado a lo que hacemos, a lo que damos.
Entiendo el incentivo durante la crianza, el problema es que crecemos y seguimos siendo esos niños educados que esperan a ganarse algo para disfrutar, a
“ser dignos” de tenerlo.
Fueron las primeras frases que eliminé en la crianza cuando conocí a mis hijastros, y las sustituí por: “tú mereces todo, solo por existir, llegaste
aquí con el boleto de la lotería de la vida, eres bendecid@ siempre”.
(Esa frase va para ti también, por si ningún adulto te la dijo).
Cuando eran pequeños se asombraban, hoy me ruedan los ojos por la repetición, cosas del crecimiento… jeje
Pero aunque me rueden los ojos, me
encanta saber que incluso sus “malas actitudes” en ocasiones vienen de saberse merecedores de todo, solo por nacer. Es una paradoja en la crianza que estoy dispuesta a transitar, porque sé los beneficios que les tendrá esa creencia de merecimiento en su vida adulta.
A mí me tomó décadas, sentirme segura al sentarme a leer un libro. No sentir que “perdía el tiempo” al leer, entender que realmente no había “cosas más importantes que hacer que sentarme a leer”. Estoy feliz de ahorrarles esas décadas a través de la crianza.
Y estoy feliz también de pasar por aquí y ahorrarte años a ti también, asegurándote que no tienes que esperar a ser “digno / digna” de eso que quieres, ya lo eres, solo por nacer; solo necesitas tomar acción para conseguirlo.
Claro, que leerlo aquí a nivel consciente es poderoso, pero es aún más poderoso integrarlo a nivel subconsciente, para que sea tu nuevo normal mucho más rápido, y para eso, dejé la hipnoterapia al alcance de tus manos.
Muchos me preguntan cuál es mi secreto para traer cambios tan rápidos, tan duraderos, tan variados a mi vida… no hay secreto, el secreto te lo cuento todas las semanas, es la hipnoterapia la que me lleva a las millas, y quiero que te montes en ese
barco también jeje