Este email va acompañado de una importante tarea, si de transformar tu vida y cómo la experimentas se trata.
Pero primero, explora estas preguntas, y cómo te hacen sentir.
De pensar en lo que va a preguntar la tía, ¿te tiemblan las piernas? ¿O el comentario fuera de lugar del tío? ¿O las insistencias de tus familiares de que “es que el nene no
sabe” cuando tratas de decirles que está golpeando a tus niñ@s? ¿O el comentario de “la líder” de la familia de que los divorciados “cambiaron” a sus yernos y yernas (frente a los nuevos yernos y yernas)? ¿O por qué no tienes pareja? ¿O por qué no tienes hij@s? ¿O por qué no dejas a esa persona? ¿O por qué tienes tantos hij@s?
A todos nos pasa, no te preocupes.
En otra época te hubiera recomendado mi técnica infalible: ignorarlos.
Pero ya esa época pasó, porque sé el valor que tiene cada uno de esos comentarios a la hora de evaluar las creencias que has formado a través de tu vida.
Gran parte de las creencias que rigen nuestra vida han venido de los comentarios que escuchamos de nuestros familiares desde niñ@s. Muchas veces no estamos ni enterados de que hemos formado esas creencias, ni de las consecuencias que esas creencias han tenido en nuestra vida.
En estas próximas fiestas, te dejo esta tarea:
- Llévate una libreta a la fiesta, y apunta todo lo que escuches como si fueras un detective.
- Cuando llegues a casa, evalúa cómo te hizo sentir cada comentario.
- Evalúa cómo puedes transformar cómo te sientes,
incorporando una nueva creencia.
Te doy un ejemplo:
- En cierto punto, una tía me dijo: “estas con un hombre usado”,
refiriéndose a que mi novio tiene dos hijos con otra persona.
- De primera instancia, me hizo sentir mal, triste, hasta sucia. Nunca había sentido esas emociones sobre mi relación hasta ese momento, pero sabía que no venían de mi, así que solo escuche.
- Con mi mirada de detective, entendí que la creencia sobre lo que es el matrimonio y la felicidad de mi tía es muy diferente a la mía. Ella se quedó en un matrimonio con una persona con la que pasaba el 99% del tiempo
discutiendo por más de 40 años solo porque ya lo había elegido como esposo y tenía hijos con él. Luego entendí que muchos de sus hijos no soportan a sus esposas y esposos, pero se han quedado casados para “quedar bien” con su mamá. Me visualicé haciendo lo mismo y entendí que no era mi idea de matrimonio ni de felicidad, y decidí que no sería una creencia que incorporaría. También me alegré de estar con una persona que tuvo el valor de dejar una relación que no le favorecía a ninguno de los dos,
pues sé que si llega el momento, tendremos la madurez de hacer lo mismo.
Ese día, mientras todo eso corría por mi cabeza, solo sonreí hasta que ella se cansó de hablar del tema como un monólogo sin ninguna respuesta de mi parte. De eso van 5 años, no lo
ha vuelto a mencionar.
Tus familiares son un mapa de todas las creencias que has formado, y permitirte observar con ojo analítico de detective, es uno de los mejores regalos que te puedes dar a ti mism@ en estas fiestas (y en cualquier momento en
realidad).
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