En lugar de rendirte a la frustración, ¿por qué no usar ese “fracaso” cómo gasolina? (Y sí, pongo “fracaso” entre comillas porque no existe tal cosa como el fracaso.)
Mejor usa estas preguntas como guía:
¿Qué puedes aprender de ese “fracaso”? ¿Por qué te quitaste? ¿Qué pasó? ¿Qué situaciones había? ¿Cuál era el contexto y en qué ha cambiado ese contexto?
Aprende tus lecciones, y muévete de ahí. Toma acción, entendiendo la información que te brindó
ese “fracaso”.
Entiende que el hecho de que no hayas
alcanzado una meta específica que te propusiste, no quiere decir que no lo lograste, que fue un fracaso. En el episodio 28 te hablo de este tema: