Este mes el tema es Fundadores, y estamos usando como base el libro Piense y haga rico, de Napoleon Hill (1937). En el capítulo 7, encontré una sección que
me llamó la atención, y se titula: “Casi todos los líderes comienzan como buenos seguidores”.
El autor divide a las personas en 2 tipos de personas: líderes y seguidores.
No estoy del todo de acuerdo con esto que expone, pero sí me gusta el desarrollo de la idea.
Habla de ser un buen seguidor.
¿Y qué es un buen seguidor?
Según él, una persona aspirante a líder, que decide aprender lo más posible de la persona a quien sigue, para
un día seguir sus pasos, en su propia empresa.
¿Qué es un buen seguidor para mí?
Ni siquiera utilizaría esa palabra.
Cuando abrí Instagram, me resultó tan difícil comprender eso de que no fuéramos amigos como en Facebook, y tantas otras reglas que me recomendaron a la hora de seguir cuentas o no. Todavía me vuelvo un ocho con esa aplicación, pero eso es tema para otro día.
La palabra seguidor, desde mi perspectiva, implica entregar tu poder, y si hay algo que machaco a través de todo mi proyecto, es precisamente no entregar tu
poder.
¿A qué te
invito?
A admirar el trabajo de cuantas
personas quieras, sin llamarte o sentirte seguidor.
A aprender de cuantas personas quieras, sin llamarte o sentirte seguidor.
No tienes que seguir a nada, ni a nadie. Puedes incluso pertenecer a un grupo sin llamarte o sentirte su seguidor.
No se trata de lo que hagas, sino de cómo experimentas eso que haces o eso que consumes.
Llamarte o sentirte seguidor, es entregar tu poder de decisión a otros.
¿Cómo puedes conocer y nutrirte mucho más de los proyectos de otros?
Consume lo que comparten, y luego evalúalo y aplícalo en base a tu propia
experiencia.
Por ejemplo, yo tengo
muchas personas a quienes admiro, y con quienes me he certificado para entregarte más en sesión, pero nunca aplico nada al dedillo como lo recomiendan. ¿Por qué? Porque todo lo que pueden recomendarme es desde su propio contexto y experiencia, que es diferente a mi contexto y a mi experiencia.
Digamos que alguien a quien admiras en un tema de finanzas te recomienda invertir $10,000 en “X” cosa, porque le ha dado “X” y “Y” resultados. Toma ese conocimiento, y aplicalo a tu propio contexto. Quizás para ti es más real invertir $100,
utilizando las mismas estrategias.
Más adelante, el aplicar ese conocimiento desde tu propio contexto, podría generar tanto como decían originalmente, pero habrás llegado a tus propias conclusiones, desde tu propia referencia.
¿Cómo hacer esto?
Sencillo, cada conocimiento tiene una base, que es la que debes entender bien.
Por ejemplo, yo tomé varias certificaciones relacionadas a la biodescodificación, y cada persona con la que estudié la enseñaba desde un ángulo diferente. Hoy en día no utilizo ese conocimiento como lo
hacen ninguna de las personas con las que estudié, pero sí lo aplico.
¿Cómo puedo aplicarlo si no lo hago igual?
Porque estudié la base, entiendo bien la base, entiendo bien por qué cada uno de ellos lo hace como lo hace, desde su propio contexto, y entendí cómo puedo aplicarlo yo, desde mi propio contexto.
Toma mucho estudio poder aplicar algo bajo tus propios términos, y esa, es realmente la clave del éxito (desde mi perspectiva): aplicar todo desde tu propia
referencia.
Y ahora te dejo con esta
pregunta, para que sigas en modo expansivo hoy: ¿sigues a otros para aprender de ellos desde tu propia referencia?
PD #1: Si estás list@ para invertir y trabajar en ti en este nuevo año, con mi guía, te espero en sesión.
PD #2: Te espero en nuestra reunión mensual de canalización, el miércoles, 25 de enero a las 7 PM a través de Zoom