¡Seguimos!
Como te decía el lunes, hoy quiero abundar sobre los hábitos, esas metas a corto plazo, eso en lo que nos tenemos que convertir para poder lograr nuestras metas a largo plazo.
A lo largo de las últimas 4 semanas hemos estado hablando en nuestras sesiones individuales de tus metas, y de esas acciones diarias que debes estar haciendo para poder
alcanzarlas (el trabajo que hacemos en sesion es solo una parte de lo requerido para que los cambios que deseas se materialicen, la acción es vital para que puedas conseguir el movimiento, el cambio que deseas en ti).
La realidad es, que no eres la misma persona que comenzó este programa el pasado 10 de octubre. Esto no debe asustarte ni preocuparte, al contrario, estamos en constante evolución, lo notemos o no. Nuestro cuerpo es el mejor espejo de esto, nacemos pequeñitos, vamos creciendo, nos volvemos adultos, y así, estamos en constante cambio, nuestra esencia es la misma, pero
cambiamos todo el tiempo.
Y ahí está el truco, mi querida fundadora: en tu esencia, eso que
te hace ser tú, eso que está muy dentro de ti, esa esencia sabia con la que conectamos en cada una de nuestras sesiones.
Hemos ido trabajando en crear hábitos a raíz de metas, que inevitablemente cambiarán, una vez conectas con esa esencia más pura dentro de ti.
Y aquí te dejo un truco, si estás todavía dándole la vuelta a alguna de esas tareas diarias para alcanzar tu meta como fundadora: Un hábito no se puede instalar en nosotros si “es difícil”.
Tenemos que ajustar cada meta a nuestra propia realidad, y hacerla a nuestra manera, para que sea fácil. Eso no es “quitarse”, eso es ser coherentes con nosotros mismos, y como te decía el lunes, para conectar con la lógica, con
esa iluminación en la vida diaria, tenemos que ser coherentes.
Quizás pensaste que tu meta
sería retomar un antiguo proyecto, y en el trayecto de aplicar esos hábitos, te diste cuenta de que ya no eres la persona que deseaba ese antiguo proyecto, y tu esencia te ha guiado a uno nuevo, o a una perfecta variación de ese proyecto original, que requiere una variación a esos hábitos.
¿Te conté que mi proyecto comenzó con unos cómics? Lo que quería era transmitir a otros la sabiduría que me transmiten mis guías a través de nuestra conexión (que sabía que cualquiera puede lograr) para antojar a otros de conectar con esa guía. En el
transcurso del proyecto me di cuenta de que podía seguir contando historias y haciendo comics si quería, pero esa versión de mí que quería esconderse detrás de un dibujito ya no existía. Así empezó esta etapa (con nuevos hábitos, como dibujar menos y abrir espacios en mi agenda para las sesiones), y un evento me llevó al otro, para ofrecer las sesiones que hoy ofrezco. Aquí te dejo un vistazo de cómo lucía todo, antes de soñar en lo que se convertiría mi proyecto.