SPOILER ALERT!!!!!
Si te gusta Stranger Things y no has visto todos los capítulos, vuelve otro día que no sea hoy, en el que ya hayas visto todo.
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Si no te molestan los spoilers, ya la viste, o te da igual, adelante.
Te contaba hace poco en un live que llevo unos meses permitiéndome “perder el tiempo” viendo series y películas como nunca antes lo había hecho. Me ha encantado el descanso, y todo lo que me he llevado… porque
cuando trabajas en “eso que está pa’ ti”, en verdad todo se convierte en trabajo, aunque se sienta como diversión.
Encontré esta serie, que aunque lleva años por ahí, para mí era nueva. Trata sobre unos amigos “nerds” que se topan con una niña que tiene poderes mentales y, obviamente, salvan el mundo juntos como todo buen
show de ciencia ficción. 😅
En la última temporada, se sumó un personaje que me encantó desde el primer segundo. Desde la primera escena, se mostraba completamente libre, y aún siendo totalmente juzgado por todo cuanto ama y todo
cuanto es, lo podías ver en total estado de plenitud siendo fiel a sí mismo.
A medida que vas conociendo su historia, descubres que su historia familiar no ha sido la más fácil, que su apellido “ya está manchado”, que nadie les cree si hacen algo bien, pero que a la menor provocación de
que algo hicieron mal, literalmente les ponen la cruz.
Él presencia una muerte inexplicable, y huye, porque sabe que todos lo van a culpar, simplemente por ser “el raro”.
Todos los religiosos del pueblo le achacan esa muerte, y no solo eso, lo culpan de tener un culto que es el responsable de esa y otras desgracias. Lo irónico es que ese “culto” es simplemente un club de
juegos de mesa, detalle que solo agranda el hecho que tratan de comunicar los escritores de la serie: es demasiado fácil confundir hasta un juego de mesa con un culto “satánico” (que es como lo llaman) cuando no somos tolerantes con quien es diferente.
Varios en el pueblo intentan matarlo, “en nombre del bien”, y el resto de ese cuento de persecución ya la conoces, porque se ha repetido demasiadas veces en nuestra
historia.
Aún huyendo, aún temiendo por su vida, aún descubriendo todo lo sobrenatural a lo que se enfrentan, aún sabiendo que todos en ese pueblo lo odian… nunca dejó de ser el mismo, ni cambió su espíritu de
jugar hasta con el fin del mundo de fondo.
Lo chulo de esta temporada, fue que parearon ese personaje con otro que cambió radicalmente para ajustarse a un nuevo grupo de amigos. Los dos lados de la misma moneda.
Me dio un par de galletas figurativas, porque aunque hoy en día soy quien soy donde sea que me pare, a esa edad no soñaba con tener esa madurez ni esa seguridad. Me encanta que esta generación tenga ese
tipo de modelos incluso en la TV, y me emociona todo lo que vamos a aprender de ellos.
Y tú, ¿te muestras tal cual eres ?
