Tus creencias conforman tu identidad, y mientras más limitadas sean esas creencias, más limitad@ estarás.
Te lo expando un poquito, para que puedas ver más.
Imagínate que creces y vives en una sociedad en la que solo están permitidos 7 colores. Secretamente todos creen que existen otros
colores…
Al principio era una sospecha… pero cada día pueden percibir más y más colores, pero no se atreven a hablar del tema ni a afirmar que los perciben porque… bueno, solo están permitidos 7 colores:
Rojo, Anaranjado, Amarillo, Verde, Azul, Azul oscuro, Violeta.
Como siempre, llega un primer valiente y decide dejar de ignorar que hay una flor rosada que crece justo en la muralla de la ciudad y… toma una y decora su cabello con
ella.
En el pueblo todos lo miran, todos reconocen que no es uno de los 7 colores permitidos pero… se hacen los locos porque si lo reconocen como diferente, se vuelven parte del
“problema”, de esa “acción incorrecta”...
Pero como siempre, solo es cuestión de tiempo para que otros se vayan liberando a partir de la acción de un primer valiente, así que pronto se ve por todas partes la flor rosada decorándolo
todo.
Un tiempo después (y por eso de evitar una revuelta 😉), el liderazgo de esa sociedad anuncia el descubrimiento de un nuevo color, y hasta hace un día feriado para honrar al “descubridor” del
color rosado.
Ahora “son 8 colores”, y ya te imaginarás cómo continúa la historia, en la aldea llena de “descubridores”.
El color siempre existió, solo que “no lo podían ver”, porque “decidían no verlo”. Estaban cerrados a esa posibilidad, y tenían su percepción muy
limitada.
Solo exponerte a algo diferente, te amplía la percepción, y te da la posibilidad de cambiar tus creencias. Después de todo, eso que tanto deseas, está tan solo a “un cambio en tus creencias” (porque si lo pudieras alcanzar con las creencias que tienes hoy en día, ya lo tendrías 😉).
Por esta misma línea, te invito a ser el primer valiente en un tema muy difícil (por nuestras creencias forjadas por vivir en una cultura
occidental)...
Ayer se aprobó una ley que se impone sobre las decisiones sobre su cuerpo de una población específica.
No, no estoy aquí para darte mi opinión sobre la ley, ni para pedir la tuya, ni para tratar convencerte de nada.
Solo quiero que te hagas esta pregunta, y que en adelante midas tus expresiones y tus acciones con respecto a ese tema
en base a lo que respondas:
¿Crees que una persona debe tener autoridad sobre el cuerpo de otra persona?
Más específicamente:
¿Crees que esa persona debe imponer su autoridad en base a sus propias creencias sin importar si la persona en quien la autoridad está siendo impuesta comparta dichas
creencias?
Te explico con un ejemplo para expandir la información:
¿Crees que una persona debe poder decidir que, en adelante, nadie puede llevar cabello en la cabeza (que todos deben someterse a la decisión de alguien más sobre su
cuerpo)?
¿Crees que todos deben rapar su cabeza porque quien impone su autoridad no cree en el cabello largo (aunque esos a quienes obliga a rapar su cabeza sí crean en llevar su cabello
largo)?
Como siempre te digo, pongo ejemplos banales muy a propósito porque, en mi experiencia, es la mejor manera de conseguir que me escuches desde la neutralidad que amerita todo lo que comparto
contigo.
Me despido por hoy, exhortándote a que te hagas esta pregunta, te respondas con toda honestidad, y que en adelante midas tus expresiones y tus acciones con respecto a ese tema en base a tu
respuesta.