Para mí, es un momento super importante en el proceso de conseguir un salario y trato digno para tan importante profesión, sin la que no podrías
estar leyendo estas palabras.
Mi papá fue maestro muchísimos años, y ahora mi pareja también es maestro.
Podría perder fácilmente la calma ante cualquier conversación sobre este tema, porque me toca de cerca, pero yo decidí nunca entregar mi estado, a ninguna persona,
institución ni tema.
¿Eso significa que no deba luchar por eso que considero que puede ayudar a extraños y conocidos a mi
alrededor?
Claro que no, nada más alejado de la realidad. Cada uno de nosotros está aquí para adelantar causas por el futuro de otros, para tener cada día mejores comunidades. Si no fuera por quienes han levantado su voz antes que nosotros, tú y yo probablemente estaríamos en una fábrica trabajando desde niños sin ningún tipo de derecho ni trato digno.
Es necesario, levantar nuestra voz. Ahora, ¿cómo la levantamos?
¿Te ha pasado que has luchado tanto contra algo que terminas convirtiéndote en eso que juraste “destruir”?
Eso último me quedo bien película de muñequitos, lo sé, qué te puedo decir, paso más tiempo con niños que con adultos, y me encanta
jeje
Pero volviendo a convertirse en eso que juraste destruir…
Te cuento sobre una de esas situaciones que viví de cerca. Una persona lucha contra un poder, porque entiende que quien está en el poder es abusivo con los
“sometidos” a dicho poder.
Levanta su voz, convoca a otros que también están de acuerdo con su reclamo. Todo va bien.
Comienzan a llegar más personas, la voz se hace más fuerte. Seguimos bien.
Deciden “organizar” un liderato, pues ahora la masa de personas que apoyan la causa es muy grande, y hace falta “control” / “regulación”. Esta persona, la primera
en levantar su voz, se declara líder del “movimiento”. Seguimos más o menos bien.
Su primera acción como líder: eliminar del “movimiento” a toda persona que no esté 100% de acuerdo con cada una de sus palabras u opiniones.
Ya no vamos tan bien.
Esta acción crea separación en el “movimiento”, a tal punto que termina por disolverse, perdiéndose así el poder de la voz que juntos habían
levantado.
Quien estaba en el poder abusando de los “sometidos”, continúa en el poder, ahora más fuerte que nunca, pues su “oposición” solo demostró que era “más capaz de
tener el poder”. Terminó todo tal como empezó, incluso peor.
¿Te suena familiar? La primera persona en levantar su voz terminó convirtiéndose en “lo que juró destruir”. Su estado fue controlado por “la causa”, cedió el
control a todo lo que consideraba que era necesario para seguir “la causa”, y olvidó que estaba ahí por y para los mismos compañeros que terminó por excluir.
Esto lo he vivido mil veces, en muchas causas que he apoyado. Por eso, apoyo todo lo que apoyo, desde mi esquina,
con todas las acciones que están a mi alcance,y sin imponer mi opinión a nadie.
Por esto, y muchas cosas más, te exhorto a levantar tu voz, y a hacer todo lo necesario por cada cosa en la que crees,
sin entregar tu estado.
Si trabajar este tema de controlar tu estado ante cualquier situación es algo que deseas, el 15 de febrero te traigo algo que he estado trabajando, y que me tiene super pompia’, porque sé los resultados que te dará,
y yo estoy aquí, por y para tus resultados.
Me despido por hoy, esperando que todo lo que te comparto te ayude tanto como me ha ayudado a mí y, como siempre te pido, si conoces a alguien a quien esto que comparto le puede ayudar. ¡Mándalo
pa'cá!
¡Te espero cada miércoles en YouTube!