El 2020 y el 2021 fueron para mí años de estudio intenso, por medio de cursos online y mentorías. 
 

Todos fueron de super provecho, y estoy mega agradecida y feliz por todo lo que me llevé de cada uno.

Pero…..

Sí, siempre hay un pero, porque la vida no es un camino lleno de dulces (como lo soñaría mi hijastra) todo el tiempo, aunque te confieso que estoy convencida de que en cierto punto, todos juntos lograremos que lo sea.

Pero volviendo a lo que te decía … aprendí y estoy mega agradecida pero…

La realidad es que todos esos grupos, y todo lo que aprendí me llevaron a perder mi sentido de “conformidad”, que tan fuerte era en mí. 

No, no me refiero a la conformidad que te estanca, me refiero a la conformidad saludable, a la que Augusto siempre le llama plenitud, y de la que yo siempre gozaba.

Estar siempre como “estudiante” durante esos dos años, me llevó a sentir que nunca nada de lo que hacía era suficiente, que necesitaba hacer más, y ser cosas que ni siquiera soy. 

Me permití entregar lo que para mí es lo más importante: mi estado.

Entregar “mi estado”, me llevó de la plenitud constante, a la ansiedad, la comparación, la prisa, la decepción. Muchos sentimientos que hacía mucho no atravesaba.

No estoy aquí para decirte que le huyas a todas las emociones que no consideres “buenas”, estoy aquí para recordarte que puedes vivirlas el tiempo que necesites vivirlas, pero que tienes el poder de soltarlas cuando no te hagan falta.

En mi caso, seguía viviéndolas, medio absurdamente, en el mejor momento de mi negocio, en el momento en el que más sesiones estoy haciendo desde que empecé este camino, en el momento en el que a más personas estoy ayudando, que era mi norte. 

Me permití sentirme inconforme, justo en el momento en el que vivía lo que trabajé tanto para alcanzar. 

Cuando permití eso, me salí de balance, y hoy te lo cuento, por si estás atravesando por algo similar. 

Nunca entregues tu estado…

…a las presiones de un mentor… 

…a las presiones de un maestro

…a las presiones de un profesor

…a las presiones de una profesión

…a las presiones de una relación

 A nada, que no sea a ti mismo.

Si trabajar este tema de controlar tu estado ante cualquier situación es algo que deseas, el 15 de febrero te traigo algo que he estado trabajando, y que me tiene super pompia’, porque sé los resultados que te dará, y yo estoy aquí, por y para tus resultados.

Me despido por hoy , esperando que todo lo que te comparto te ayude tanto como me ha ayudado a mí y, como siempre te pido, si conoces a alguien a quien esto que comparto le puede ayudar. ¡Mándalo pa'cá! 

¡Nos vemos pronto!