Cuando era adolescente, vi una película en la que a la protagonista le dijeron algo así como: "Si tu vida fuera una película, no serías la protagonista. Compórtate como la protagonista de una vez".
Esa escena ahora que lo pienso, parece que me la viví más de la cuenta, porque me convertí en una perseguidora de oportunidades para llevar escenas que me gustaban a la realidad, a mi realidad.
Sí, es más que posible darle la vuelta a cualquier escena, y vivir lo próximo que decidas vivir, pero de eso te cuento más en el acompañamiento para conectar con tus guías, que arranca el 3 de abril, si te quieres aventurar a conectar con tus guías para tomar la batuta de tu realidad.
Volviendo a las escenas, siempre que veo una película o leo un libro, estoy atenta a esos momentos que deseo vivir, experimentar. De hecho en este episodio del podcast Bitácora de Aventuras te contaba de cómo hice mi sueño realidad de ser Princess Jasmine en una cascada en Jamaica. En cierta manera, después de ese día
dije: me puedo ir en paz, habiendo cumplido el sueño de la Natalita de 5 años jeje
El año pasado andaba en uno de esos días en los que necesitaba una película que te devuelva a la vida, y mi hermanita, que es la mejor recomendando películas de fe en la vida y en la humanidad, me recomendó The Guernsey Literary and Potato Peel Pie Society.
Amé cada segundo de la película, y cómo manejaban temas tan difíciles como los estragos de la guerra. Te hace sentir afortunada, y a la vez te devuelve un poco de humanidad, de esa que todos tenemos, y con la que por momentos no conectamos, por las presiones del día a día, y nuestro afán de vernos indefensos ante lo que sucede.
La película gira alrededor de un club de lectura que surge en medio de la invasión Nazi a una isla, y que se convirtió en el sustento de sus integrantes en medio de la guerra.
El principal regalo de ese club a sus integrantes: el contacto humano. Ese detalle fue el más que se quedó conmigo, quizás por la cualidad de encerrarme que tengo.
Es una película hermosa, que trata temas muy delicados con tal humanidad, que no puede sino plantar esa semilla en ti. No quiero dañártela, pero cuando la veas, pon especial atención a la capacidad de percepción del personaje de Elizabeth, quien aún en los peores momentos para ella, supo ver y entender todos los lados de la moneda.
Como te contaba al principio, ando siempre cazando oportunidades de encarnar las escenas que me encantan de las películas, y hace poco se me presentó la oportunidad de participar de un Club de Lectura.
Me emocionó tanto ver cómo la oportunidad llegó, sin buscarla. Otra de esas famosas señales de los guías, de las que tanto te hablo. La invitación ocurrió en pleno conflicto mundial, y el primer libro que leímos estuvo salpicado de cómo otros navegaron tiempos de guerra antes que nosotros.
Como siempre, todo te habla, si estás atento a las señales, con las gafitas adecuadas.
El club es de Mi Amiga la Abogada, se hace una reunión mensual, y te dejo el enlace aquí, por si te quieres sumar, me encantará verte por allá, y estoy segura que a Yasmin también le encantará verte.
Lo más que me gustó es que los libros escogidos hasta el momento no son los que normalmente leería, así que fue un impulso que me dieron a expandir los temas que estudio.
Expansión… tan necesario de todos en este momento, para los cambios que se avecinan, de los que tanto me ha contado Augusto.
Me despido por hoy, feliz de expandirme junto a ti, y esperando que todo lo que te comparto te ayude tanto como me ha ayudado a mí y, como siempre te pido, si conoces a alguien a quien esto que comparto le puede ayudar. ¡Mándalo pa'cá!
¡Te espero cada miércoles en YouTube!
PD: Ahí te dejo un par de imágenes de mi mini club de lectura